Bienvenidos otro mes más a nuestra consulta favorita. No sé si os habéis enterado, pero estamos a 14 de febrero, día más conocido como el día del amor. Sin embargo, nosotros no somos personas muy romanticonas, así que vamos a lo que nos interesa. Lo bueno de estar enamorado es tener una barra libre de sexo (aunque no siempre es el caso). Y como también somos muy curiosos, nos preguntamos ¿por qué nos gusta tanto el sexo?, ¿qué nos mueve a hacerlo?, y ¿porqué nos engancha?
¿Por qué nos gusta el sexo?
Primero de todo, ¿qué es mantener una relación sexual? La verdad que es una pregunta muy compleja, algunas personas la contestarían con un simple “mete saca”, pero este acto engloba muchas variantes y muchos actos que van más allá de mojar el churro. Una canción que nos evoca directamente a esta situación es “Matemática de la Carne” del guapo de Rayden. En esta canción, a través de muchas metáforas, nos mete de lleno en la intimidad que supone el coito, con una simple frase como “la dieta de los caníbales” ya sabemos la intensidad a la que nos enfrentamos.
Una vez entendemos más o menos qué es… ¿para qué nos sirve? Según Adamia Psicología, tiene 3 funciones biológicas fundamentales: la más obvia es que nos permite reproducirnos; a nivel psicológico, nos permite experimentar placer, bienestar y nos aumenta la autoestima; y por último, supone una muestra de amor y afectividad, considerándose el mayor vínculo existente. (1)
Una de las dudas que más nos ronda la cabeza con este tema es ¿por qué es tan compleja la manera de reproducirse del ser humano comparada con la de una bacteria? Queremos decir, las bacterias solamente mediante división consiguen crear dos nuevas versiones de sí misma, que luego se alimentarán y multiplicarán la colonia hasta múltiples inimaginables. El ser humano sin embargo necesita un acto sexual muy complejo y 9 meses de gestación, ¿por qué tanta diferencia?
La respuesta en verdad es bastante fácil si la piensas: la complejidad del cuerpo humano. Es decir, no podemos comparar una bacteria (son una pared celular con cosas por dentro muy sencillas) a un ser humano (tenemos un sistema nervioso que se estudia a si mismo, ósea, ¿hay algo más guay y evolucionado que eso?)
Nos enfrentamos a una eterna lucha de reproducción humanos vs. bichos, ¿quién ganará? pues según la situación, muchas veces el ser humano, pero otras las bacterias ganan por goleada gracias a su rapidísima reproducción. Con esto, llegamos a la conclusión de que al fin y al cabo, algo tan complejo como el sexo es solo una preservación de la especie, que la naturaleza (esa gran manipuladora) ha vuelto tan delicioso para que sea rentable la crianza de un organismo tan complejo.
Algún día hablaremos sobre nuestra teoría del amor, del enamoramiento y por qué tiene fecha de caducidad, pero eso será más adelante. Mientras tanto, os dejamos por aquí un temazo que nos introduce de lleno en esa eterna sensación de que todo siempre termina y nada es para siempre, “Ya pasó” de Indios.
Y ahora, nos dejamos de tanta filosofía y entramos en materia acerca de qué le pasa a nuestro cuerpo cuando nos acostamos con alguien, ¿por qué siento lo que siento y pasa lo que pasa?
En primer lugar, cada vez que pienso en sexo se me pasa por al cabeza la siguiente pregunta: ¿por qué algunos rasgos nos resultan atractivos hasta niveles de querer mantener sexo con esa persona? Kaja Nordengen es una neurocientífica noruega que ha hecho esta investigación por nosotros y lo que ocurre es que todos los estímulos que recibes (el olor, ver las partes que más te excitan de una persona como sus brazos, ojos, pelo, cualquier rasgo) viajan directamente al lóbulo frontal junto al sistema límbico (que tiene una relación directa con las emociones). Estas dos áreas nos permiten ver las cosas que nos gustan de esa persona obviando las que no aceptamos o nos chirrían un poco más, es por eso que algunas personas usan la expresión de “el amor es ciego“, literal, o al menos a nivel cerebral (2) Como en esta canción de La iaia, “La Millor Flor del Balcó” en la que no le ve ningún fallo a su querida y la endiosa hasta niveles inimaginables. (maldito cerebro y su ceguera).
Si seguimos indagando en las reacciones químicas que convierten el sexo en algo tan adictivo y que nos da tanto placer, encontramos a nuestra querida dopamina (aparece hasta en la sopa la pesada), que está implicada en todo aquello que nos proporcione un mínimo de placer. En esta ocasión, nuestro neurotransmisor favorito colabora en el proceso de cegarnos, para que en ese momento tan íntimo solo sintamos el momento y dejemos de lado el mundo, calienta unas partes del cerebro y enfría otras. Fármacos con ese rollito muy parecido a los Arctic nos trae “Amor y Porno” el perfecto ejemplo de ese momento de oscuridad en la cual la única luz que encontramos está en esa persona tan especial. (3)
En este post os traemos una nueva invitada, la oxitocina, si alguna vez la habéis oído mencionar suele relacionarse con el parto, en este momento el cerebro la produce para facilitar las contracciones y dilatar toda la zona de vagina, cuello de útero y ´útero para dejar salir a la criatura. Pero en esta situación no es esa su función sino la de reforzar el placer, se usa como un refuerzo positivo (sí al final somos un poco el perro de Paulov), además de aumentar la complicidad, afecto y confianza que podemos desarrollar con nuestra pareja.(4) Chica Sobresalto nos regaló una canción con el mismo nombre “Oxitocina“ que nos puede guiar un poco para entender qué hace esa hormona tan poco mencionada.
Bibliografía:
(1)https://www.adamiapsicologia.es/las-tres-funciones-de-la-sexualidad_fb32606.html
(2)https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-ocurre-cerebro-sexo-20190210075943.html